Es lógico pensar que el entorno en el que nos movemos afecta también a nuestra calidad de vida puesto que afecta a nuestro humor y estabilidad. Puedes hacer la prueba, quédate en un lugar oscuro, desordenado y con una temperatura desagradable y verás cómo tu estado de ánimo empeora. Sin embargo si estás en una habitación limpia, ordenada, ventilada y bien iluminada seguro que te sientes mejor. De esto trata la filosofía del feng shui, de proveer los espacios en los que desarrollas tu vida de armonía para que tu vida sea más equilibrada, próspera y feliz.
Así, se considera el Feng Shui como una antigua disciplina china que ayuda a armonizar los ambientes en que las personas viven y trabajan. Cuando las fuerzas de la Tierra, las del Cielo y la energía personal están equilibradas es posible atraer la prosperidad y el bienestar. Si la energía positiva que circula en un ambiente lo hace libremente, las personas que residen en ese ambiente experimentarán un sentimiento de bienestar, que se refleja en su salud y prosperidad. Esto es lo que busca el feng shui, ordenar el entorno a fin de que la energía positiva circule libremente.
La palabra feng shui significa “viento suave que absorbe aguas calmas”. La palabra “viento” se refiere a la influencia invisible que el entorno ejerce sobre cada uno de nosotros, mientras que “agua” alude a su capacidad para alimentar la vida.
Parece ser que el Feng Shui se originó hace unos 5000 años en las planicies agrícolas de la Antigua China y se aplicaba principalmente en templos y palacios chinos, para mantener la energía centrada en estos lugares, hasta que este arte fue divulgado abiertamente al público general para que todos pudieran beneficiarse con esta armonización energética. Los orígenes del feng shui se encuentran en la astronomía antigua, el conocimiento geográfico, la sabiduría popular china, la cosmología y filosofía taoísta y el sistema de adivinación del Yijing (el texto clásico chino también conocido como I Ching, o Libro del Cambio).
Feng Shui y energía vital
El arte del feng shui se apoya en dos pilares el Chi y el Taiji. Los antiguos filósofos chinos creían que el taiji era el origen del mismo universo. Y que contenía las fuerzas opuestas de la naturaleza: yin y yang que a su vez son la fuente de la fuerza activa, invisible y dadora de vida llamada chi o qi. Como el taiji es la fuente esencial de esa fuerza vital, es mediante el taiji como todas las cosas pueden unirse en una sola.
Yin y yang
Estos conceptos forman parte de la filosofía taoísta y representan la dualidad que existe en el Universo. Así, todo en el Universo está formado por estas dos fuerzas que son opuestas y complementarias. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración. Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento que es su contrario y que reside dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación.
Chi o qi
El chi es la energía que recorre el universo afectando a todas las cosas y seres. Es un principio activo que forma parte de todo ser vivo y que se podría traducir como flujo vital de energía Esta energía debe estar en equilibrio para que atraiga la paz y la prosperidad. De acuerdo con la medicina tradicional china, el chi es una energía que fluye continuamente por la Naturaleza. La interrupción de su libre flujo en el cuerpo es la base de los trastornos físicos y psicológicos.
En otras culturas existe un concepto semejante. Así, por ejemplo, en la filosofía hindú este flujo vital recibe el nombre de prana. En el Antiguo Egipto recibía el nombre de ka y en la filosofía budista se identificaría con el zen. El qi carece de forma o dimensión.
El feng shui facilita las herramientas necesarias para que el chi fluya sin obstáculos por los espacios que habitamos. Para ello, los elementos yin y yang de los ambientes deben estar equilibrados, así como los cinco elementos en los que se agrupa todo el Universo.
Así, el feng shui se considera una herramienta para diseñar un hábitat equilibrado y armónico, teniendo en cuenta variables que la arquitectura convencional no contempla. Sobre lo ya diseñado el feng shui ofrece soluciones, tales como la colocación de espejos, cristales, móviles sonoros, plantas etc. para armonizar los espacios y conseguir el mayor bienestar posible. Ayuda, de esta manera a crear cambios beneficiosos para las personas que ocupan estos espacios.
Escuelas feng shui
Actualmente existen dos escuelas principales de Feng Shui. A pesar de que sus técnicas son diferentes, ambas tienen fundamentos y leyes comunes.
La escuela de las Formas. Es la más antigua de las dos y basa su filosofía en cómo afectan al ambiente las diferentes formas geométricas. Según esta escuela, para configurar un entorno ideal para vivir y desarrollarse hay que tener en cuenta cómo te afectan las formas de los objetos con los que compartes espacio. Con objetos se refieren a todo: muebles, plantas, edificios más altos, torres de electricidad, árboles, montañas, carreteras, ríos, autopistas, etc.
La escuela de la Brújula. Esta escuela se subdivide en la escuela Bazhai que identifica las 4 zonas buenas y las 4 malas que existen en toda construcción y cómo resolver los posibles desequilibrios a través de cambios en colores, materiales y formas. Y en la escuela Xuan Kong que analiza la energía dinámica de un espacio. Es decir, la que entra por ventanas y puertas y se mueve por toda la construcción. Y la energía estática que es la que está estancada en un ambiente habitado durante mucho tiempo. Esta escuela define con mucha precisión las posiciones de los elementos de un hábitat y de cualquier objeto colocado en todo lugar en el que se pase mucho tiempo.
El feng shui puede aplicarse tanto a tu vivienda como a tu lugar de trabajo, a tu coche, a tu ropa, etc. No creas que aplicar esta filosofía a tu vida va a ser muy costoso. El feng shui es partidario de las soluciones sencillas, efectivas y prácticas. Sino más bien pequeños ajustes que te harán sentir mejor a la vez que haces que la felicidad, la abundancia y la paz se instala en tu vida y en la de los tuyos.