En semanas anteriores analicé los arquetipos femeninos que aparecen en la baraja del Tarot tal y como Carl Jung, Jodorowsky y otros estudiosos del tarot postulan. Hoy querría comentar algunas de las características de los arquetipos masculinos que aparecen en los Arcanos Mayores. Los arquetipos masculinos del Tarot son un tema más delicado porque los diferentes autores no se ponen de acuerdo ni en su definición ni en sus características. Pese a ello puede decirse que en todos los arcanos del tarot con figuras masculinas, ya sean Mayores o Menores representan el arquetipo del valor, la decisión y la actividad. En su parte negativa todos ellos representan la dictadura y la estrechez de miras.
Antes de empezar con el análisis de los diferentes arquetipos masculinos del tarot es importante tener claro qué es un arquetipo y qué importancia tiene en las lecturas de cartas. Un arquetipo es un patrón de conducta fácil de identificar y que es reconocible en cualquier tiempo y cultura. Es decir, es un comportamiento que la sociedad acepta y que se repite en todas las culturas y las épocas. Jung llamó arquetipos a las ideas en común que comparte la humanidad. Para entendernos es un comportamiento típico que todo el mundo reconoce. Por ejemplo el hombre ligón o el déspota o el machista. Esos comportamientos todo el mundo los reconoce porque tienen unas características muy definidas y se dan en todas partes. Por ello reciben el nombre de comportamientos universales o arquetipos.
Para Jung y otros estudiosos del tarot evolutivo, en las cartas del tarot aparecerían representados la mayoría de los arquetipos masculinos existentes. La baraja en sí sería una evolución de los arquetipos desde el niño representado por El Loco hasta el hombre pleno y realizado representado por El Mundo.
Qué arquetipos masculinos aparecen en el Tarot
Identificar arquetipos masculinos en el tarot no parece difícil pero los expertos no se ponen de acuerdo del todo en su identificación. Mis conocimientos del tema no son muy profundos por lo que me limitaré a analizar los arquetipos masculinos más reconocidos y aceptados por los estudiosos.
El Loco, El Mago y El Emperador
El primer arquetipo masculino aparece ya en la primera carta de la baraja. El Loco representa el hombre deseoso de libertad que sólo piensa en vivir el momento sin preocuparse por nada ni atarse a nadie. La mayoría de los expertos coinciden en que el Loco representa al ser humano, no sólo a los hombres, como viajero a través de la vida, dispuesto a experimentar y aprender.
El Mago es el arquetipo masculino del hombre sabio, astuto y creativo. Es el hombre centrado y trabajador que puede conseguir lo que desee. Puede dedicarse a lo que quiera y será un vendedor nato capaz de vender hielo a los esquimales. En su lado negativo el Mago es el arquetipo del embaucador, ese hombre que manipula a los demás para conseguir sus objetivos. Hace referencia también al hombre intoxicado por el poder que se cree con derecho a todo por conservar el control.
La carta de El Emperador representa al hombre protector pero autoritario. Una figura paternal que pone orden en el caos para que la humanidad avance. Es símbolo del amor no romántico, si no el amor paternal que es justo, es compasivo pero duro. Este arquetipo tiene dos caras negativas, por un lado el tirano que busca destruir y oprimir; un narcisista que se cree el centro del universo. Por otro lado, el hombre pusilánime que en vez de tomar control de su vida y tomar decisiones, delega en otros la responsabilidad, deja que controlen su vida y se vuelve dependiente.
El Sumo Sacerdote, El Ermitaño y El Colgado
El arcano mayor de El Sumo Sacerdote representa el arquetipo masculino del hombre santo influyente y poderoso. Su función principal es desarrollar la conexión entre el hombre y la divinidad y darla a conocer a los que le siguen. Es un hombre sencillo y sumiso, libre de toda forma de apego. Su lado oculto es el hombre hipócrita, el fanático que menosprecia lo terrenal y se escuda en la vida espiritual para esconder sus vicios. Es el creyente que se deja llevar como una oveja, y no toma ninguna decisión por sí mismo.
De entre los arquetipos masculinos del tarot el que más claro se identifica es el de El Ermitaño porque todos sus rasgos se aprecian ya en su propia imagen. El Ermitaño es el arquetipo del hombre sabio e independiente. Es un hombre prudente y modesto que reconoce que cuanto más aprende más evidente es lo que le falta por saber. Es un individuo que no sigue a la multitud ni soporta la frivolidad de la gente en general. Sólo entra en relaciones si éstas prometen ser un encuentro íntimo y profundo. En su lado negativo El Ermitaño representa al hombre frívolo y vividor que nada sabe pero que tiene opinión sobre todo. El que alecciona a todo el mundo aunque no es capaz de manejar ni su propia vida.
Por su parte, El Colgado es una figura ambigua. Su ambigüedad deriva del hecho de que no se sabe bien quién está al revés si el hombre o el mundo de alrededor. Porque, si el hombre es el colgado del revés tiene una expresión demasiado risueña para estar sufriendo cabeza abajo. Si es el mundo alrededor el que está al revés por qué no se identifica más claramente. Por ello, es la representación del hombre indeciso que no sabe qué hacer. El hombre que sufre por su inconstancia pero que no hace nada por superarla. Es el individuo atrapado sin fuerza para actuar. Las circunstancias lo someten a una dura prueba, pero como esas circunstancias las ha creado él también es un sacrificio voluntario.
Su cara oscura es el hombre que se esconde tras su presunta debilidad para no hacerse cargo de tareas que le desagradan. El que delega todo lo que puede en los demás pero se atribuye los méritos.
Seguro que alguno de estos arquetipos masculinos te ha recordado a alguien que conoces y es que esa es la grandeza de los arquetipos que son reconocibles y que pueden aplicarse a muchas personas porque son comportamientos universales.